1 de enero de 2011

La historia de una taza o la revolución en la escuela secundaria 201

Una revisión sobre las inercias ambientales en la clase de ciencias
Armando Zamora Quezada*
PRIMERA LEY DE NEWTON:
Cada cuerpo material persiste en su estado de reposo o de movimiento uniforme en línea recta, a menos que una fuerza, que actúa sobre el cuerpo, lo conmine a cambiar de estado.
Isaac Newton, 1687
El origen de la batalla
Como bien dice Newton, para que cualquier cosa modifique el estado en el que se encuentra actualmente, es necesario que una fuerza lo impulse y en este caso la fuerza de este proyecto escolar viene desde el II COLOQUIO NACIONAL DE EDUCACIÓN AMBIENTAL, celebrado en Teapa, Tabasco, en Octubre de 2010.
Mi participación en este Coloquio fue como ponente y al momento de nuestra inscripción, nos dieron el material para el evento, el cual venía dentro de una bolsa de un material resistente y un color muy vistoso (creo para no perderla), diferente al común para evitar la clásica bolsita de plástico como la del supermercado. El material era el programa de los días del evento, el gafete de identificación, unas clásicas pero útiles plumas y finalmente una taza, que en particular la mía fue de color amarillo, con el nombre del evento grabado en el exterior.
Era una taza de plástico, común y corriente que algunos (la mayoría) decidieron guardar y seguir con lo acostumbrado, pero a mi me hizo pensar en cosas y dice el maestro Tonatiuh “aquello que te hace pensar, te dice algo”.
Fue entonces que al iniciar mi día en el evento, me propuse hacer el ejercicio de utilizar la taza en todos los momentos en que tomará líquido. En la comida tomé agua, en la noche café y así hasta que terminó el coloquio.
Debo admitir que había momentos en los que la taza me estorbaba, llevarla a todos lados implicó un esfuerzo, esfuerzo que yo solo decidí emprender para hacer algo diferente en un lugar diferente.
Fue una experiencia diferente, en verdad yo no había hecho nunca este ejercicio y fue muy gratificante cuando hice el cálculo de lo ahorrado:
3 días x 3 alimentos x 3 vasos = 27 vasos desechables
Ahorré 27 vasos desechables en total, o sea, puedo presumir que fui a Tabasco y no usé vasos desechables, solamente 1 taza amarilla para tomar los líquidos que mi cuerpo necesitó durante el evento. Fue un buen ejercicio y pensé en que mis alumnos podían hacerlo, vivirlo y sentirlo como lo hice yo. Me traje la inercia de un evento donde la fuerza está en espera de cambiar el estado pasivo de las personas con relación al medio ambiente.
El campo de batalla
En mi salón de clases de primer grado de secundaria estoy aplicando el programa de intervención de educación ambiental que tiene como propósito principal mejorar mi práctica como educador ambiental y también ser parte de mi tesis de maestría en educación ambiental.
La materia biología pareciera ser la disciplina ideal para este campo de conocimiento ambiental, un área donde prácticamente se cree que todos los temas son ambientales, pero cuando me enfrenté al diseño del programa hubo cosas interesantes y difíciles de modificar, empezando por mis propias concepciones.
En los días del II Coloquio, estaba por entrar a la fase final de mi proyecto de intervención en el bloque 1, y el tema que tocaba era la discusión en clase entre la postura del desarrollo sustentable y la sustentabilidad. Inicialmente pensé la clase con una actividad de discusión al interior de los equipos, pues mi grupo participa de tal manera que a veces es imposible dar la palabra a todos para que hablen, puesto que son 43 en total.
La clase se dio después del coloquio y comencé con la exposición de las dos posturas, para llegar al trabajo por equipos y resultó bien, hubo discusión pero tuve la oportunidad de mencionarles lo que hice con la taza en Teapa. Logré vincularla y ponerla como ejemplo de una actividad que apunta hacia la sustentabilidad, les compartí mi hacer, sentir y vivir y después del trabajo en equipo, y al son del timbre, terminó, la clase.
Al día siguiente, al inicio de la clase estaba esperando a mis alumnos para continuar y de pronto entró Jonathan con una taza de barro colgada en su cinturón de un ganchito de metal en forma de “S”.
Le pregunte a Jonathan por qué trajo esa taza y me contesto que él también decidió hacer el ejercicio, que le pareció interesante. Terminó de entrar y seguimos la clase, pero no comenté nada de eso con el resto del grupo.
Al siguiente día, el primer alumno que llegó fue Jonathan preguntándome si me podía comentar algo, a lo que respondí que si y me dijo que había ido a visitar las momias de San Ángel (en el ex convento del Carmen) y decidió llevar su taza.
Al caminar por las calles de San Ángel le había dado sed, así es que tocó la puerta de una casa y pidió de favor que le regalaran un poco de agua, le mencionó a la señora que él traía su taza para que le sirvieran y no le pusieran pretextos, con lo que la señora accedió y consiguió un poco de agua; logró satisfacer su necesidad sin intervención de una botella de PET y utilizando como medio de pago solamente su agradecimiento.
Al tercer día, en clase me comentó que fue al cine de Chedraui de Ajusco y que pidió que le sirvieran el refresco en su taza, se encontró con que la primer reacción de la chava que despacha fue negativa, no le quiso servir ahí, y le dijo“para eso son los vasos desechables e incluso están bonitos porque traen dibujos de sus caricaturas favoritas”. Pero Jonathan se mantuvo firme a su decisión e insistió hasta que finalmente le sirvieron.
Ahora si, aproveché este comentario y decidí platicarlo con el resto del grupo y le pedí a él que les compartiera su experiencia.
El grupo escucho atento y algunos expresaron su intención por unirse a la causa. En los días siguientes al inicio de la clase llegaron más de ellos con su taza, algunas de plástico, otras de barro y con formas de animalitos, pero al fin para el mismo propósito.
Algunos alumnos que no terminaban de entender esto que estaba pasando, me preguntaban que cómo era la taza que les pedí y en ese momento me di cuenta de que algunos pensaron que era una tarea de la materia, pues normalmente nadie (y menos un adolescente) hace algo por nada. Respondí que yo no había dejado nada de eso y que los que lo estaban haciendo era porque así lo decidieron.
El ejercicio de la taza se volvió un referente comentado cada clase, los alumnos llegaban con su taza a la escuela, aunque no hubiera líquido que servirse y esto me hizo pensar en la necesidad de un despachador de agua para que en la escuela, o al menos en mi salón, tuvieran líquido que tomar y yo pues aprovechar su esfuerzo.
Finalmente compré el despachador y el día que se los llevé, los alumnos me dijeron que querían hacerme una petición. La petición del grupo fue que organizáramos un debate en clase sobre estas dos posturas que estábamos revisando, pues los temas del Desarrollo Sustentable y la Sustentabilidad merecían ser discutidos más tiempo.
Así que decidí programar el debate e inaugurar el contenedor de agua el mismo día.
El combate
La actividad se hizo el siguiente viernes y se invitó a los maestros que tuvieran un espacio libre a esa hora para acompañarnos y, con los asistentes listos en el campo de batalla, comenzamos nuestro pequeño pero gran espacio de discusión con la lectura del mensaje de bienvenida:
Buenos días, sean todos bienvenidos, mis alumnos a este su salón de clases y a los maestros invitados a una clase de ciencias 1 (Biología) en la secundaria técnica “Diego Rivera” que intenta crear inercias que mejoren el medio ambiente de la zona de Ajusco Medio, y que hoy particularmente se convierte en un escenario de expresión y discusión de ideas.
La temática sobre la que girará este espacio es la discusión sobre dos posturas que deberían enfrentarse en cada decisión que en todos los ámbitos del mundo se tomaran:
DESARROLLO SUSTENTABLE (DS) /VS/ (S) SUSTENTABILIDAD EN EL CONTEXTO DE AJUSCOMEDIO
Para comenzar este espacio, tenemos la inauguración de un despachador de agua que ha sido una estrategia o método que intenta ser un enlace entre la vida escolar y la vida cotidiana, es decir, una actividad en donde, inicialmente, ustedes los alumnos pongan en práctica los contenidos trabajados en clase a la hora de tomar decisiones en los momentos de convivencia como ir al cine, a fiestas, a visita de museos como tarea escolar o actividad familiar, al “Burguer King” o simplemente durante los alimentos en casa.
Es grato para mi mencionar que el método de la taza, como lo llaman hasta hoy los estudiantes, se ha convertido en un ejercicio que rebasa la tradicional tarea escolar y también en una actividad que forma parte de su hacer diario en donde se manifiesta en forma práctica su identidad.
La expresión de ideas y discusión de posturas han construido y siguen construyendo día con día una manera de vivir que en verdad ha sido lograda de manera autónoma por los mismos integrantes del grupo siguiendo la inercia de la educación ambiental.
A continuación quiero compartirles una reflexión en el marco del centenario de la Revolución Mexicana que nos acerca a la realidad en la que se desenvuelven nuestros alumnos y nosotros mismos.
LA REVOLUCIÓN EN LA ESCUELA DEL SIGLO XXI
Hoy 19 de Noviembre de 2010, a un día de los 100 años de la revolución mexicana, cuando la gente, las personas, los seres humanos del pueblo como nosotros, pensaron que podía existir una realidad distinta, cuando pensaron en que es mejor hacer las cosas unidos en grupo, y ya a un centenario del movimiento revolucionario, estamos viviendo momentos de soledad social y de inmensas contradicciones que, en esta escuela, hemos decidido cambiar.
“La realidad está así, pero no es así” es una frase dicha por Paulo Freire que nos ha dado la posibilidad de pensar, durante cada clase de este primer bloque de ciencias, que la Biodiversidad que vemos hoy no siempre ha sido así y mejor aún, que por lo tanto, podemos cambiar.
La revolución en la actualidad debe ser con el pensamiento, donde las armas sean los conocimientos y en lugar de matar a nuestros semejantes las bajas de combate sean únicamente la crisis ambiental, el cambio climático, la pobreza, la desigualdad, la violencia, el consumismo y todos los problemas que aquejan a la humanidad.
Jonathan es el revolucionario de vanguardia, es un alumno de este grupo y por ser el primero en decidir que la realidad puede ser distinta y cambiando el rifle por una taza, nos dará un mensaje justificando esta actividad, además, también tiene el honor de poner el nombre a esto que hoy se convierte en un proyecto que vincula la escuela con la vida.
Una clase antes, platiqué con el grupo para los últimos detalles de este evento y por
unanimidad decidimos que fuera Jonathan quien le diera el nombre al proyecto y le pedí que escribiera unas palabras donde nos compartiera un poco de su experiencia y esto fue lo que nos compartió:
Buenos días:
Compañeros, maestro y autoridades del plantel. Me han dado el honor de dar un pequeño discurso sobre el método de la taza.
Muchos piensan que con este método no cambia nada en el planeta, pero la verdad es que sí; al no comprar desechable estamos ayudando al planeta, por eso este proyecto se llamará “LA TAZA DEL MUNDO”.
Al iniciar este proyecto me se sentí feliz por ayudar al planeta y sí, la verdad que con una sola taza se viven muchas aventuras y espero que ustedes también se aventuren.
Eso sería todo y gracias por su atención.
Jonathan
Mientras leía su mensaje, Jonathan se paseaba por el salón, yo creí que se pondría nervioso y tendría problemas al leer, pero al mirarlo me di cuenta de que su convicción por lo que hizo y seguía haciendo le proporcionaba la seguridad para mostrarse firme frente a un auditorio de casi 50 personas.
Después de esta lectura pasamos al acto inaugural en donde le pedí a la profesora Rosalia Pedraza, subdirectora de la escuela, que fuera la primera en servirse agua en su taza, después tocó el turno de Jonathan y todos los alumnos que la trajeran y al final me serví en mi tazita amarilla tabasqueña y brindamos por este inicio de proyecto.
Más de medio grupo se sirvió agua, algunos de los maestros invitados no tomaron agua ya que no contaban con una taza y me preguntaron si podían ir por un vaso desechable. La respuesta fue que no, que la única regla para tomar agua de ese despachador es que estén convencidos de que si van a utilizar una taza sea compartiendo las ideas y los propósitos planteados por el grupo.
Después de este acto, vino la expresión de ideas y debate que inició con la participación de Diana, quien preparó un párrafo para leer y detonar la discusión. Vale decir que ella lo pensó y que no hubo necesidad de que su maestro le dijera que lo hiciera. El párrafo que nos compartió fue el siguiente:
Yo estoy de acuerdo con la sustentabilidad, pero pongámonos a pensar… el desarrollo sustentable hace todo lo que ocupamos en nuestra vida como cereal, ropa, zapatos, pet, tazas, vasos, platos, hojas, etc. pero me pregunto…
¿Dejaríamos esta vida de comodidad para volver 100 años atrás y tomar agua de los ríos?, ¿de qué ríos, de los que el ser humano contamina?, ¿dejarías esta vida en la que te has acostumbrado a vivir durante tus 12, 13, 29 o 40 años?
El proyecto me pareció algo perfecto, fascinante, pero con el maestro Armando he aprendido a pensar, a no decir SI a todo y no hacer cosas porque te lo dicen, sino por tu decisión… así que tomé mi decisión y dije por qué una taza de plástico, ¿eso no es desarrollo sustentable? Digo, porque lo hacen las máquinas (sin respetar los ciclos naturales) así que pensé y dije… ¡AH CLARO! yo tengo unos recipientes de calabaza, que son naturales y que no arranque porque ya habían madurado y se habían caído del árbol. Así que dije, yo llevaré mi calabaza y no me importa que digan los demás, porque yo intento ir por la sustentabilidad y no seguir el desarrollo sustentable.
Diana
Diana todavía no terminaba cuando otros alumnos ya habían levantado su mano para dar su opinión, ella generalmente provoca la polémica y David, otro compañero suyo, fue el primero en debatirle:
—¿cuánto te dura la taza de calabaza?, y ¿la taza de plástico (que usamos en este proyecto) no estaría apoyando a la sustentabilidad?, porque ayuda a respetar tiempos y le das tiempo a que se regeneren las plantas (naturaleza) y luego la tiras, si es que la tiras…
Diana argumentó que su papá, tiene una taza viejísima que le ha durado muchísimos años y que además no esta hecha de plástico y remató lanzando la siguiente pregunta:
—si tiras una taza de calabaza y una de plástico, ¿cuál se desintegra primero?
—La de calabaza, ¡yes!— dijo ella emocionada por tener los argumento para responder al embate de David.
Con esta pregunta dejó a David satisfecho por el momento y siguió la discusión.
El siguiente en levantarse fue Cristian, quien refirió que la taza de plástico dura más que la de calabaza y que por esta razón es la que debemos usar.
Esta idea pone un punto crucial en la discusión del equilibrio ecológico, en el que se maneja un equilibrio dinámico entendido como el balance entre los momentos de crisis en el ecosistema global y las acciones que de manera natural (el planeta) y de manera artificial (el ser humano) realizan para mantener vivo el sistema.
Creo que este es un punto de discusión que, en el marco de la COP 16 sobre cambio climático, se debería estar discutiendo cuando se habla de adaptación y mitigación. Para que la humanidad llegue a este equilibrio ecológico, o mejor dicho en el medio ambiente, es necesario plantearlo en nuestras escuelas y este debate grupal en secundaria pública es un claro ejemplo de que la juventud tiene la capacidad de pensar en nuevas alternativas y no solamente en sus crisis, como comúnmente se le ha calificado al adolescente en la historia.

Arma secreta
Los fondos de conocimiento han resultado una excelente herramienta de trabajo en este programa de educación ambiental. Las alternativas de solución que los alumnos han aportado a lo largo del mismo han sido gracias a que al inicio del bloque, hubo un trabajo que sirvió de diagnóstico para el ciclo escolar 2010-2011, para que los alumnos pudieran conocerlos y para darse cuenta de que ellos saben más de lo que creen que saben y que eso les puede servir.
Regresando a la discusión, la siguiente alumna en participar sobre el desarrollo sustentable VS sustentabilidad apoyada de los fondos de conocimiento familiares, fue Moni:
—… mi papá me platicó que con la cascara de coco se pueden hacer utensilios, que de hecho el hacía platos que (ahora) podrían complementar a la taza.
Como este ejemplo, a lo largo del bloque 1, han emergido estas alternativas de acción que son la evidencia contundente de que los fondos de conocimiento son aprendizajes significativos que, sin pasar por la escuela, forman parte de la identidad del alumno y que además, han posibilitado el enlace entre la vida familiar y juvenil para enfrentarse a la escuela. Con este programa de educación ambiental he visto como ha cambiado mi percepción, de pensar que la escuela sirve para entender el mundo de afuera, ahora estoy convencido que el mundo de afuera debe ser considerado necesariamente como herramienta del alumno al interior de la escuela.
Después del ejemplo de Moni, intervine proporcionando unos datos que estaban en el pizarrón con la siguiente pregunta para analizarlos:
¿Cuánto tiempo contaminamos?
PET
100 a 1000 años
Fierro
30 años
Aluminio
350 a 400 años
Papel
1 año
Unicel
100 años
Bolsa
150 años
Plástico de bolsa
100 años
Madera
13 a 15 años
Cartón
5 años
Tela
3 a 5 años
Los siguientes alumnos en participar dieron argumentos complementando las ideas de Diana y David sobre la taza. Las respuestas giraron en torno a:
·         El cuidado de los utensilios para mayor duración y menor contaminación
·         No debemos contaminar con plásticos
·         Lo natural es mejor
Después de este momento, y con la premura del tiempo, lancé la siguiente pregunta para orientar la discusión hacia el aspecto de la “iniciativa” para empezar los cambios en la sociedad:
—¿De dónde obtienes la calabaza para tu taza?
Las manos se levantaron enseguida y el primero en responder fue Jonathan:
—… pues de la naturaleza, debemos plantar calabazas
El siguiente alumno preguntó:
—…pero si la calabaza tarda en crecer ¿qué usamos mientras tanto?
Y Diana contestó:
—…la taza de calabaza lleva un tratamiento que le ayuda a que no se rompa y se vuelva resistente, no es nada más así y ya, mi papá me dijo que hay que ponerla a secar y hacerla resistente, o sea un tratamiento.
A continuación, la palabra fue cedida a la maestra subdirectora Rosalía Pedraza, quien de manera puntual preguntó:
—…si es posible, a mi me gustaría que los alumnos, ustedes que son quienes manejan bien el tema del desarrollo sustentable y la sustentabilidad, nos aclararan a nosotros, unos neófitos en esto, qué es una y otra postura, qué es el desarrollo sustentable y que la sustentabilidad
El primero en contestar fue Jorge, quien en su respuesta incluyó al gobierno como el principal motor del Desarrollo Sustentable y en contraposición mencionó que una característica de la S es el respeto de los tiempos de los ciclos naturales. También dijo que “si el gobierno se enterara que existen otras formas de hacer las cosas, podría comenzar a comercializarlas sin respetar los tiempos de los ciclos”.
Entonces me pregunté en silencio ¿Debemos tener cuidado con la artillería pesada de los bonos de carbono?, ¿qué será de estos bonos en una economía de mercado?
Moni argumentó que el Desarrollo Sustentable es la postura que no respeta los ciclos de la naturaleza y que el gobierno no hace nada para impedirlo.
Después David, movido por la sensación de que la idea no estaba siendo muy clara para la subdirectora, se levantó de su lugar y tomó el pizarrón para explicar. Fue algo sorpresivo que lo hiciera en ese momento, no me imaginé que él tomara la tribuna para, demás de explicar su idea, hacer un esquema, por cierto parecido al que hice para explicarles las dos posturas.
David explicó que la S respeta los tiempos de los ciclos naturales, mientras que el DS se dedica a comercializar todo, empeorando la naturaleza. Citó el ejemplo del Ajusco, que trabajamos en clase:
—…por ejemplo, los árboles en el Ajusco han sido talados por las empresas que se dedican a la elaboración de papel, lo han hecho de manera excesiva, movidos por la ambición de tener mucho dinero y sin reponerlos después de cortar…
Los dibujos de David no tenían trazos muy buenos, pero el ejemplo que dio justificaba la manera de hacerlo. Lo importante de ese momento fue que se atrevió a tomar el pizarrón y por la convicción que tiene de lo que está haciendo, pudo mantenerse en pie, frente al auditorio de aproximadamente 50 personas y dando una explicación con un ejemplo de su entorno próximo.
Poder explicar lo que sucede en el entorno próximo, es uno de los propósitos de este programa, que los alumnos que viven en el Ajusco medio, puedan dar una explicación ambiental, con conocimientos científicos de su realidad, como dice Freire (2009), una realidad que ha sido construida así, pero que no es así.
Otro ejemplo que se uso para este debate fue el programa de TV. “Iniciativa México”, del cual se retomó el ejemplo de la proteína modificada en el trigo para que con menos tortillas mejoradas genéticamente se pueda alimentar a más gente.
En este ejemplo se retomó la idea que tienen los alumnos muy presente de que no se respetó el ciclo natural del trigo al hacerle la modificación genética, un proceso de ingeniería genética que requiere especialistas y tecnología.
El análisis fue en el sentido de que, por los problemas que se escuchan en los medios de comunicación sobre la educación en México, no había las condiciones suficientes para formar ingenieros en este campo, ni para producir la tecnología que se encargarían de ese proceso, por tanto en el momento en que se agotaran los recursos del “premio ganado”, dejaría de ser sustentable el proyecto o esa iniciativa que pondría en evidenciaría que en realidad, iniciativa México ¡no es de todos! como lo dice el slogan.
¡Ganamos la primer batalla… vamos hacia la liberación!
Conclusiones o más inercias ambientales
Para terminar este debate, pedí conclusiones sobre lo discutido hasta el momento y la primera en tomar la palabra fue la Coordinadora de actividades tecnológicas:
1.- Conocí otra visión del Desarrollo Sustentable, yo pensaba que se referían solamente al uso racional de la naturaleza, no me imaginaba que entraba la parte política, social y económica, como lo explicaron hoy. Ahora se abrió el panorama.
La maestra subdirectora concluyó:
2.- Somos los países pobres los que somos presa del DS de los países desarrollados, de las grandes potencias.
Jorge no se quedó con las ganas y también tomó el pizarrón, dibujó el ciclo del agua y concluyó:
3.- El ciclo del agua es natural y en la ciudad con la pavimentación de las calles y de todo el suelo, han interrumpido este ciclo. La comodidad está afectando los ciclos naturales y no pensamos en el daño a largo plazo.
David concluyó:
4.- Que la autoridad, el gobierno, obligue a parar la sobreexplotación de los recursos naturales.
Finalmente Diana, concluyó:
5.- Los políticos tiene la culpa, deben hacer algo para que las empresas respeten los tiempos de la naturaleza.
Habían pasado las 8:40, hora del término de la sesión, así que la cerré, aún con 5 manos levantadas de alumnos que querían participar, con dos preguntas de reflexión en torno a todo lo discutido:
¿A quién le toca cambiar esta realidad construida así? ¿Solamente el gobierno o los políticos son los culpables de esta crisis ambiental?
LA EDUCACIÓN AMBIENTAL ES URGENTE Y SOBRE TODO POSIBLE
Escribe tu experiencia con la taza y sé la fuerza que cambie la dirección de nuestro planeta
Nota: se ha invitado a los alumnos de esta escuela secundaria, y a quien se sume al ejercicio de la “Taza del mundo”, a escribir su experiencia con la taza en la sección de comentarios de este artículo, con la intención de documentar las inercias ambientales y los choques que la educación ambiental va enfrentando en la vida cotidiana.
*Estudiante de la Maestría en Educación Ambiental en la Unidad 095 D.F. Azcapotzalco de la Universidad Pedagógica Nacional. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario