1 de abril de 2011

Las competencias profesionales básicas del docente

Edna Marcela Barrios Gómez
Decidir en la incertidumbre y actuar en la urgencia es una forma de caracterizar la experiencia de los profesores, que realizan una de las tres profesiones que Freud llamaba imposibles, porque el alumno se resiste al saber y a la responsabilidad”.
Philippe Perrenoud
Introducción
El reconocimiento de una competencia pasa no sólo por la identificación de las situaciones que hay que manejar, de los problemas que hay que resolver, de las decisiones que hay que tomar, sino también por la explicitación de los saberes, de las capacidades, de los esquemas de pensamiento y de las necesarias orientaciones éticas. Actualmente, se define en efecto una competencia como la aptitud para enfrentar eficazmente una familia de situaciones análogas, movilizando a conciencia y de manera a la vez rápida, pertinente y creativa, múltiples recursos cognitivos: saberes, capacidades, informaciones, valores, actitudes, esquemas de percepción, de evaluación y de razonamiento.
Todos estos recursos no vienen de la formación inicial, ni siquiera de la formación continua. Algunas se construyen durante la práctica, por acumulación de " saberes de experiencia " o por la formación de nuevos esquemas de acción, enriqueciendo o modificando la praxis.
Este ensayo  tiene como propósito analizar las diferentes posturas de autores en cuanto al enfoque por competencias y la necesidad como docentes de apropiarnos de la RIEB para mejorar la  praxis  innovando, desarrollando competencias docentes  para lograr con la práctica cotidiana a desarrollar a su vez las competencias para la vida en nuestros estudiantes.
En el presente se aborda el enfoque por competencias en su contexto internacional aterrizando en la actual Reforma educativa en México; se considera las obras de Edgar Morin  La mente bien ordenada y los siete saberes necesarios para la educación del futuro; haciendo un análisis y llevándolo a la práctica docente.
Se retoman las competencias docentes propuestas por Perrenoud  (2004)  y las competencias docentes según  Zabalza, (2003) para analizar y proponer cambios en la práctica docente que lleven a  los formadores a  reflexionar, innovar,  profesionalizarse y crear una comunidad de trabajo.
El enfoque educativo por competencias no es un término nuevo,  surge a partir de una necesidad en Europa con los estudiantes del nivel superior con el proyecto Tuning creado en 1998[1]. El proyecto  fue llevado a América Latina con el nombre Alfa Tuning y luego en México, en dónde México frente a este reto reconoce su responsabilidad con estos nuevos proyectos surgidos en la década  de los noventa y los expresa en sus planes y programas de estudio, y  en la alianza por la educación.
La UNESCO señala “que las nuevas generaciones del siglo XXI, deberán estar preparadas con nuevas competencias y nuevos conocimientos e ideales para la construcción del futuro” para ser aplicados en cualquier parte del mundo haciendo una invitación a trasformar el sistema educativo y globalizar la educación.
Con el antecedente acerca de la transformación de la  educación en otros países, para crear un mundo globalizado y porque la sociedad lo demanda, México crea una nueva Reforma Educativa incluyendo las competencias, esta se da de manera paulatina, ya que comienza con la implementación por competencias en el nivel preescolar en el año 2004 en ella se sustenta “en la necesidad de tomar en cuenta los aportes recientes de la investigación sobre el desarrollo y aprendizajes infantiles, de modo que en las escuelas los niños tengan oportunidades para continuar desarrollando las capacidades que ya poseen (de pensamiento de lenguaje, relaciones interpersonales, entre otras)” .Y las competencias a desarrollar en dicho nivel serán de conocimientos, aptitudes y destrezas con la finalidad de que la persona se manifieste en contextos distintos.
Posteriormente surge la RES (Reforma de Educación Secundaria) la cual se transforma a  partir del año 2006 y sugiere que los docentes modifiquen sus planes programáticos y empleen como estrategias de enseñanza los Proyectos didácticos (PD) y hagan uso de la tecnología, con la finalidad de desarrollar competencias; en el nivel primaria,  durante el ciclo escolar 2008 – 2009, se comenzó la primer etapa con 1° y 6° grado de la nueva reforma educativa, en el ciclo 2009-2010 con 2° y 5°  y para el ciclo  2010 – 2011 3° y 4°, logrando con ello la articulación de los tres niveles de educación básica, que es uno de los propósitos de la Reforma Integral de la educación Básica (RIEB), donde se pretende desarrollar competencias en los alumnos, entendiendo por competencia “La implicación de un saber hacer (habilidades) con saber (conocimiento), así como la valoración de las consecuencias de ese hacer (valores y actitudes)” SEP 2009.
Considero que ésta es una de las tantas definiciones que hace referencia a las competencias. Finalmente todas éstas nos llevan a un mismo fin, desde el comienzo de la Reforma Educativa, dicho término se ha ido modificando hasta establecer el que mejor convenga para la educación básica.
La finalidad de todo lo antes mencionado es tener una “educación de calidad” para ello México establece un Acuerdo de cooperación México – OCDE (Organización para la cooperación y el desarrollo económicos) para mejorar la calidad de la educación de las escuelas mexicanas. La OCDE está a la vanguardia de los esfuerzos emprendidos para ayudar a los gobiernos a entender y responder a los cambios y preocupaciones del mundo actual. El acuerdo de mejorar la calidad de la educación tiene como objetivo: “Ayudar a las autoridades educativas en México, y de otros países miembros de la OCDE, a fortalecer sus sistemas educativos”
La sociedad hoy en día demanda seres pensantes, sensibles, creativos, perceptivos e imaginativos, puesto que al mundo al que nos enfrentamos se vive una carencia de valores, el reconocimiento de su identidad personal dando respuesta al padecimiento de la nueva generación de niños y jóvenes del siglo XXI motivos por el cual la UNESCO destaca “que la educación debe ser integral con el propósito de cubrir todos los aspectos de la vida con conocimientos científicos (aprender a conocer), destrezas profesionales (aprender hacer), valores humanos (aprender a ser),  y el ejercicio de la responsabilidad ciudadana (aprender a convivir)”. SEP (P. 10, 2009)
Hoy en día la Educación en México está teniendo un cambio continuo con la mejora de responder a las demandas de la sociedad, esto obliga a que los docentes quienes somos responsables de la educación, nos  actualicemos para  generar cambios en nuestra sociedad aportando educación de calidad, siendo competentes y enfrentando los retos que se presentan con esta reforma educativa.
El conocimiento actual, es un conocimiento como bien lo dice Morin (2008) el cual está muy híper-especializado, desde niños nos muestran cada disciplina separadas unas de otras, esto genera que cada asignatura tenga sus propias fronteras, su propio lenguaje y su propios conceptos, todos estos “van a aislar la disciplina con respecto a las demás y respecto de los problemas que cubren las disciplinas” (pág. 148). Además para poder facilitar la enseñanza aíslan los objetos, desunen los problemas, pero con ello no hacen más que impedir ver tanto lo esencial como lo global, ya que se pierde la contextualización de lo que están estudiando, no son capaces de integrar todo en un conjunto, por el contrario tratan siempre de separar sin poder unir unos con otros, todo esto nos hace ser ciegos, inconscientes   e irresponsables. Esto queda muy bien demostrado en la siguiente cita,” los espíritus jóvenes pierden sus aptitudes naturales para contextualizar los saberes e integrarlos dentro de un conjunto” (Morin, 2008, p.16). Esto lo único que genera  es que la inteligencia no sepa otra cosa que separar “rompe la complejidad del mundo en fragmentos desunidos, fracciona los problemas” (Morin, 2008, p. 15) aquí es donde entra el nuevo rol del profesor; ser innovador, facilitar en los estudiantes “el aprender a aprender” vinculando los diferentes saberes, no fraccionando los conocimientos ni los problemas, sino dando la oportunidad de que los alumnos desarrollen las cinco competencias básicas para la vida (para el aprendizaje, para el manejo de la información, para el manejo de las situaciones, para la convivencia y para la vida en sociedad) SEP Plan de Estudios (2009)
Morin presenta en su obra  la preocupación de un conocimiento que no esté mutilado ni dividido, capaz de abarcar la complejidad de lo real, respetando lo singular a la vez que lo integra en su conjunto. En este sentido: las Ideas, su hábitat, su vida, sus costumbres, su organización, es lo que permitiría una reforma del pensamiento; logrando un primer acercamiento al "pensamiento complejo"[2]. Morin considera al cerebro como el epicentro organizativo de las diversas esferas constitutivas del universo antropológico y establece una relación entre la hipercomplejidad cerebral y la demencia constitutiva de lo humano.
Morin (2008) en su libro los  siete saberes necesarios para la educación del futuro presenta una serie de ideas importantes para mejorar la educación; partiendo de estos saberes:
1. Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión: Es muy reciente el hecho de que la educación, que es la que tiende a comunicar los conocimientos, permanezca ciega ante lo que es el conocimiento humano, sus disposiciones, sus imperfecciones, sus dificultades, sus tendencias tanto al error como a la ilusión, y no se preocupe en absoluto por hacer conocer lo que es conocer.
2. Los principios de un conocimiento pertinente: Existe un problema capital, aún desconocido: la necesidad de promover un conocimiento capaz de abordar problemas globales y fundamentales para inscribir allí conocimientos parciales y locales[3].  
3. Enseñar la condición humana: El ser humano es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural, social e histórico. Es esta unidad compleja de la naturaleza humana la que está completamente desintegrada en la educación a través de las disciplinas y que imposibilita aprender lo que significa ser “humano”. Hay que restaurarla de tal manera que cada uno desde donde esté tome conocimiento y conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad común a todos los demás humanos. Así, la condición humana debería ser objeto esencial de cualquier educación.
4. Enseñar la identidad terrenal: En lo sucesivo, el destino planetario del género humano será otra realidad fundamental ignorada por la educación. El conocimiento de los desarrollos de la era planetaria que van a incrementarse en el siglo XXI, y el reconocimiento de la identidad terrenal que será cada vez más indispensable para cada uno y para todos, debe convertirse en uno de los mayores objetos de la educación.
5. Enfrentar las incertidumbres: Las ciencias nos han hecho adquirir muchas certezas, pero de la misma manera nos han revelado, en el siglo XX, innumerables campos de incertidumbre[4]. Se tendrían que enseñar principios de estrategia que permitan afrontar los riesgos, lo inesperado, lo incierto, y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas en el camino. Es necesario aprender a navegar en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certeza.
6. Enseñar la comprensión: La comprensión es al mismo tiempo medio y fin de la comunicación humana. Ahora bien, la educación para la comprensión está ausente de nuestras enseñanzas. El planeta necesita comprensiones mutuas en todos los sentidos. Teniendo en cuenta la importancia de la educación para la comprensión en todos los niveles educativos y en todas las edades, el desarrollo de la comprensión necesita una reforma de las mentalidades. Tal debe ser la tarea para la educación del futuro[5].
7. La ética del género humano: La educación debe conducir a una “antropo-ética”, considerando el carácter ternario de la condición humana, que es el de individuo < sociedad > especie. En este sentido, la ética individuo/especie necesita un control mutuo de la sociedad por el individuo y del individuo por la sociedad, es decir la democracia; la ética individuo - especie convoca a la ciudadanía terrestre en el siglo XXI.
Edgar Morín presenta a todo lo que deberíamos dar importancia y no se la damos. La educación debería ser algo muy importante para todo el mundo, ya que no hay nada mejor que una persona bien educada, con valores y principios. Considero  que una sociedad sin una educación que se base en estos  siete saberes, es una sociedad vacía, una sociedad anticuada, que se estanca y que no avanza. Los docentes somos parte fundamental de una buena educación.
No me había planteado que la educación se basase en tantos saberes, la percibía  como algo más sencillo;  y es justamente esto lo que falla. Todo el mundo, desde el gobierno, las escuelas, profesores, estudiantes  y  padres de familia, debería plantearse cómo se está educando ahora, a las generaciones del futuro y seguramente todos llegarían a la conclusión de que debemos cambiar. Actualmente la educación se está basando en el enfoque por competencias lo que demuestra la preocupación de implementar una educación de calidad; pero aún así no se debe olvidar la comprensión, el no tener miedo a las incertidumbres, la ilusión, los errores y la ética. Como docentes considerar estos aspectos es vital; es importante profundizar estos siete saberes y desarrollar competencias docentes para dar mejor educación, “de calidad”.
La globalización o mundialización, se ha extendido a todos los ámbitos del quehacer humano incluyendo la educación, como consecuencia del desarrollo tecnológico acelerado registrado en las últimas décadas del siglo pasado, sobre todo en el campo de las tecnologías de la información y de las comunicaciones, TIC’S
La Comunidad Académica  podrá enfrentar los retos del Sistema Educativo Nacional, planteados en el Programa Sectorial de Educación 2007 – 2012, como resultado de un cambio en la organización que transforme a la institución en una escuela que aprende, al tiempo que propicia que el personal docente se convierta en agente de cambio, porque impulsa la innovación educativa en el ambiente de aprendizaje, de manera cotidiana.
Lo anterior se logra mediante el diseño y desarrollo de competencias docentes cuyas sinergias generarían dichos cambios.
¿Qué son las competencias docentes? Las competencias docentes, describen la intervención pedagógica del profesor sustentada en el dominio de su disciplina o campo del conocimiento, en la capacidad para compartir sus conocimientos y habilidades, así como en la disposición para mediar y animar el aprendizaje de sus alumnos. 
Esto implica realizar una praxis educativa innovadora, orientarla hacia qué, cómo, cuándo, a quién y para qué enseñar, y convertirse en un profesional de la educación, reflexivo y crítico.
 Perrenoud (2004) hace una selección de competencias consideradas prioritarias porque son coherentes con el nuevo papel de los profesores, la evolución de la formación continua, las reformas de la formación inicial y las ambiciones de las políticas de la educación.
Esta selección de competencias docentes es compatible con los ejes de renovación de la escuela.  (Perrenoud , 2004)
1.    Organizar y animar situaciones de aprendizaje
2.    Gestionar la  progresión de los aprendizajes
3.    Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de atención a la diversidad
4.    Implicar a los alumnos en su aprendizaje
5.    Trabajar en equipo
6.    Participar en la gestión de la escuela
7.    Informar e implicar a los padres
8.    Utilizar las TIC
9.    Afrontar los deberes y dilemas éticos de la   profesión
10.  Organizar la propia  formación continua

Competencias docentes según  Zabalza, (2003)

1.    Planificar proceso de Enseñanza y Aprendizaje
2.    Seleccionar contenidos
3.    Ofrecer informaciones y explicaciones
4.    Manejar nuevas  tecnologías
5.    Diseñar  metodología y organizar actividades
6.    Comunicarse con los estudiantes
7.    Tutorizar
8.    Evaluar
9.    Reflexionar e investigar sobre la  enseñanza
10.  Identificarse con la  institución y trabajar en equipo

Laura Frade (2009) define las competencias docentes desde la perspectiva de las inteligencias múltiples, en la que señala que existe una inteligencia mas, la inteligencia educativa, o sea la capacidad para educar a los demás en un momento histórico determinado de manera adecuada a las demandas que se producen en el entorno, dicha inteligencia cuenta con 8 competencias pedagógicas:
1. Diagnóstica capacidad de detectar las necesidades de aprendizaje del alumno, definir qué debe aprender el sujeto y los contenidos relevantes para la vida laboral con éxito.
2. Cognitiva capacidad que guarda relación con la adquisición del conocimiento que necesita el profesor para el desarrollo de los contenidos temáticos de sus diferentes asignaturas.
3. Ética capacidad que incide en la toma de decisiones por parte de los docentes sobre su compromiso ante la sociedad, la responsabilidad al impartir sus clases, los valores que promoverá.
4. Lógica capacidad para organizar el contenido de la enseñanza de una manera lógica – secuencial, misma que se demuestra mediante la organización, ordenamiento, graduación y dosificación de los contenidos conforme a lo detectado en el diagnóstico.
5. Empática capacidad que permite entender a los alumnos en tres diferentes planos: afectivo, cognitivo y psicomotriz.
6. Comunicativa habilidad para lograr la mediación entre el aprendizaje y la enseñanza, corresponde a la utilización de los diferentes tipos de lenguaje que posibiliten al estudiante de apropiarse del conocimiento y hacer su propia construcción significativa.
7. Lúdica capacidad que permite diseñar y aplicar diversas estrategias de enseñanza – aprendizaje, apropiadas a cada contenido temático, objetivo de enseñanza y estilo de aprendizaje de los alumnos.
8. Metacognitiva capacidad para evaluar el proceso enseñanza y aprendizaje en dos vías: hacia los alumnos verificando avances y estableciendo medidas correctivas pero, además, a su propio desempeño como docente lo que le permitirá mejorar día a día en su profesión.

Entonces ¿qué profesorado necesitamos? Uno que esté actualizado  científica y culturalmente, que sea facilitador del aprendizaje, reflexivo sobre su práctica, orientador y agente de transición a la vida activa.
Porque vivimos en una sociedad de la información y el conocimiento (en proceso de ser sociedad del conocimiento) por ello el docente debe involucrar en su práctica educativa, actividades que involucren al alumno conocer y aplicar conocimientos científicos y tecnológicos, a través de una práctica humanista entendiendo a esta cómo se relaciona con la ética, la moral y los valores.
Vivimos una época dónde los avances científicos y tecnológicos, se hacen más presentes, es decir, los cambios, son constantes, por lo tanto el alumno debe comprender estos cambios a través de la causa – consecuencia. Necesitamos seres humanos que hagan ciencia, que se involucren y produzcan nuevos avances tecnológicos que se valore que tan bueno o malo es para la sociedad.  Esto se logra cuando en el aula se muestra ambientes de aprendizaje donde se haga ciencia, se haga uso de la tecnología y se inculquen valores.
Por lo tanto se requiere diseñar actividades para el aula inspiradas en una visión compleja que permitan una educación integral;  estas actividades deberán estar orientadas al desarrollo de la comprensión, incluir estrategias de pensamiento que amplíen nuestra visión de mundo.
Diseñar actividades que involucre al alumno a la resolución de conflictos, trabajo en equipo, para la convivencia, de aprendizajes permanentes, para el manejo de la información y para la vida en sociedad. Elaborar planes de clase (Métodos de enseñanza indirectos) que involucre actividades de naturaleza informativa, donde el alumno participe, investigue, resuelva problemas. El  docente es facilitador, propone una participación activa del grupo. 
Para generar un cambio, el docente es quien debe asumir el papel de disposición al cambio, actualizarse en los conocimientos, ser  innovador, creativo, para ser  facilitador, crear ambientes de aprendizaje, ser mediador, propositivo y en constante actualización. Conocer, analizar y reflexionar los planes de estudio. Diseñar actividades que propongan el aprendizaje por medio de la socialización, es decir colaborativo. Diseñar ambientes de aprendizaje que involucre cambios del mobiliario, hacer uso de las TICS, etc.
Otro aspecto importante a considerar es la evaluación, que  requiere replantearse; Porque el enfoque de esta Reforma Educativa está basada en competencias por lo tanto se debe  evaluar el desempeño de los alumnos, es decir, cuales son los conocimientos que el alumno ha adquirido a lo largo del proceso, pero no sólo los conocimientos sino la “Movilización de saberes” el llevar a la práctica lo aprendido, para que le sirve.

Conclusiones
Está claro que la educación debe ser integral, porque  desde pequeños  se  forma la personalidad,  principios, valores y cuando se es adulto es  más difícil cambiar las concepciones del mundo y de nosotros mismos, por eso en las instituciones educativas la educación debe ser comprensiva, tolerante, democrática para que esos niños se conviertan en hombres tolerantes, comprensivos y democráticos que vivan en una sociedad con esas mismas características.
Actualmente la sociedad demanda un profundo cambio en la educación, de tal manera que responda a los requerimientos de un mercado laboral dinámico. Mano de obra altamente especializada, conocimientos específicos en determinados campos, habilidades y destrezas que se adapten al mundo cambiante y en especial a la vertiginosa velocidad de los nuevos inventos y descubrimientos en tecnología y comunicaciones.
Para generar el cambio en las escuelas de todos los niveles educativos se requiere de maestros, una vez formados y en activo, que sean sujetos de  actualización profesional permanente que les permita una formación continua sólida para lograr un perfil posible y deseable; que desarrollen sus competencias docentes y las pongan en práctica según Perrenoud, Zabalza y Laura Frade.
Al estudiar las diferentes posturas de los autores pretendo reorientar mi práctica docente, asumir una actitud positiva, actualización y análisis de los nuevos planes de estudio. Conocer el grupo, mediante una caracterización grupal, para identificar los ritmos y estilos de aprendizaje del niño. Hacer una evaluación diagnóstica con la finalidad de identificar la problemática que presenta el grupo en general, de manera particular identificar y reconocer sus debilidades y fortalezas, para de ahí considerar la forma en que debo diseñar los planes de clase; aplicando las competencias docentes y autoevaluando mi praxis para mejorar; y así poder desarrollar las competencias básicas para la vida en mis estudiantes.  

  
Referencias

APA  Manual de estilo  (2010).  American Psychological Association (APA) Sexta Edición.  Consultado el 16 de enero de 2011 en: www.apa.org
Informe Final de la primera fase del Proyecto Tuning  (2002) consultado el 15 enero de 2011 en:  htt://tuning.unideusto.org/tunigal/index.php.Tuning Educational estructure in Europe (2001 – 2002).
Informe Final del Proyecto Tuning América Latina (2004-2007): Reflexiones y perspectivas de la Educación Superior en América Latina.
Frade L. (2009), Desarrollo de competencias en educación: desde preescolar hasta bachillerato, Edit., Inteligencia educativa. México

Morín, Edgar. (2008),  La mente ordenada, México: Ed. Siglo XXI

Morín, Edgar. (2008),  Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Ed. Siglo XXI, México.

Perrenoud, P. (2003). Construir competencias desde la escuela. Chile: JC Sáez Editor.
Perrenoud, P. (2004). Diez nuevas competencias para enseñar. Madrid: Graó

Programa Sectorial de educación, (2007-2012).  México: SEP.

SEP (2009) Reforma integral de la Educación Básica, (2009) diplomado para maestros de primaria. Dirección general de formación continúa de maestros en servicio.

SEP- SNTE (2009) Curso Básico de Formación Continua para Maestros en Servicio. El enfoque por competencias en la Educación Básica 2009, Mexico: SEP

SEP Plan de Estudios (2009) Educación Básica, Primaria, México: SEP

UNESCO, (2000) Manual Americano de Evaluación de la calidad de la educación.

Zabalza Beraza, Miguel Angel (2003), Competencias docentes  del profesorado, Madrid: Narcea, S.A. De Ediciones


[1] Denominado Tunning Educational Structures in Europe puesto que la década de los noventa se caracteriza por el surgimiento de proyectos de reforma curricular  y por la búsqueda o adaptación de modelos académicos que respondan  a determinadas demandas educativas. (Informe Tunning)

[2] Morin desemboca en una visión del hombre basada en la super e hiperanimalidad humana, en la bioculturalidad que define lo humano y en la demencia consustancial a lo humano.
[3] La supremacía de un conocimiento fragmentado según las disciplinas impide, a menudo operar el vínculo entre las partes y las totalidades y, debe dar paso a un modo de conocimiento capaz de aprehender los objetos en sus contextos, sus complejidades y sus conjuntos.
[4] La educación debería comprender la enseñanza de las incertidumbres que han aparecido en las ciencias físicas (microfísica, termodinámica, cosmología), en las ciencias de la evolución biológica y en las ciencias históricas.
[5] La comprensión mutua entre humanos, tanto próximos como extraños es en adelante vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de incomprensión.

Autoritarismo vs Educación ambiental

Mishel Yadira Martínez Gómez


El tránsito hacia la democracia y la sustentabilidad implican una nueva concepción y nuevas formas de apropiación del mundo; allí se definen nuevos sentidos existenciales para cada individuo y cada comunidad, trazando nuevas líneas de fuerza que atraviesan las relaciones de poder donde se forjan nuevos proyectos civilizatorios.
Enrique Leff


Introducción
En la construcción de nuevos aprendizajes y estilos de vida de la comunidad humana, se da un esfuerzo del pensamiento para lograr que las razones que construimos correspondan y coincidan con la realidad. Existe así, un juego entre verdad y error, donde se pone en juego el paradigma,[1] que impone un discurso para responder, en ese momento al interés, convicción, creencias y construcción de la realidad social.
Hoy, cuando se valoran los problemas ambientales como una realidad de la globalización económica; la didáctica y los contenidos de la educación ambiental, nos ofrecen una oportunidad para abordar la complejidad de estos problemas, cuestionando, re-aprendiendo, reflexionando e interiorizando el poder que posee para generar una transformación social.
El cambio de paradigma que ofrece el campo de la educación ambiental, se enfrenta al reto de conformar escenarios que generen espacios de participación social y fortalecer al mismo tiempo un sistema democrático que ejecute los objetivos de la educación ambiental.

I.              Tradición autoritaria en nuestra sociedad

La construcción de una racionalidad social a lo largo de la historia mexicana, se ha conformado bajo una característica recurrente de autoritarismo; ya desde la época prehispánica y de una manera más acentuada desde la época colonial hasta nuestros días, el principio de autoridad se ha interiorizado y reproducido en instituciones de jerarquía absolutamente vertical, tales como: la familia, la iglesia y la escuela, donde desde nuestra niñez experimentamos que el que manda y se equivoca, manda dos veces, de aquí se desprende la conformación de una ciudadanía sumisa y conformista, que no exige el cumplimiento de sus derechos. “El planteamiento esencial que sostendremos se basa en el principio de que lo que distingue a la autoridad de otros tipos de poder es la circunstancia de que los recursos que permiten obediencia son valores que pasan a ser encarnados por normas o estructuras orgánicas que definen posiciones sociales, en las que son identificables ciertas áreas de competencia que contemplan facultades de mando” (Escobar, 1988: 179).
Refiriéndose primeramente al poder, como un concepto que caracteriza a las relaciones de dominación y lucha de clases en nuestra sociedad, será necesario revisar algunas de sus connotaciones para entender cómo lo hemos introyectado a nuestra estructura de pensamiento y cómo se encuentra presente en el conjunto de la vida social haciendo posible la eficacia operativa de las instituciones y grupos tales como la familia, la escuela y el propio Estado entre otros.
Para Weber (2005), el poder da la probabilidad de imponer la propia voluntad, dentro de una relación social, aun contra toda resistencia. León Duguit (2008) describe al poder político como la relación necesaria entre gobernantes y gobernados y que en menor o mayor mediada, nos ubicamos a veces como gobernantes y otras como gobernados. En Poulantzas (1998), este concepto se restringe a las relaciones de clase, como dominación y lucha entre estas, a la vez que su constitución es posible a partir de la existencia del Estado. Para Foucault (1989), el poder es una táctica instrumentada en mecanismos de dominación. Sin embargo debemos identificar que: “el poder es un elemento que se encuentra presente en la amplia red de relaciones sociales, cualesquiera que estás sean, siempre que en ellas se verifique la presencia de un sujeto activo que instrumenta la voluntad de otro pasivo” (Escobar, 1988: 30).
Ahora bien, existe un concepto semejante al de poder que es el de manipulación, “Este concepto podría diferenciarse de la figura específica de poder, por cuanto la relación social en que se produce se caracteriza porque el sujeto activo, a pesar de pretender instrumentar al pasivo y de lograrlo con su obediencia, no especifica en forma clara un mandato implícito y explícito, a través del cual exija del pasivo, la realización de la conducta pedida. Se trata, de una figura en la que el sujeto logra mediante engaño o manipulación intelectual que otro realice determinados actos de los cuales se desprende ventaja para él” (Escobar, 1988: 29). Es evidente que tanto el poder como la manipulación y, en ocasiones cada vez más frecuentes la violencia, están presentes en nuestra vida diaria, sin embargo era importante identificar en este análisis estos aspectos que definitivamente permean nuestras relaciones individuales y sociales.

II.         Democracia contra el autoritarismo

En México estamos familiarizados con una organización jerárquica (económica, política, eclesiástica, corporativa), autoritaria vertical. Este principio de autoridad, que se reproduce en los hogares y en las escuelas, data desde la época prehispánica cuando el Tlatoani (el que habla) tenía la última palabra y tomaba las decisiones más importantes de la comunidad. Ahora, “la cultura de un país es la base del concepto de autoridad que prevalece en política (…) Autoridad significa ante todo la verosimilitud de una fuente de comunicación: sus mensajes serán creídos casi independientemente de sus contenidos. Si un académico se convierte en una “autoridad” sus opiniones serán creídas aun cuando se apoyen en débiles pruebas” (Deutsch, 1976: 238).
Ahora el discurso público[2] de nuestros políticos y comunicadores, tiene como característica la manipulación de la información, hasta llegar al grado de publicar o declarar mentiras apoyándose en indicadores maquillados; mismos que se confrontan a la información de académicos, científicos e intelectuales que contradicen tales aseveraciones. Debemos comprender que para ellos esta es la única vía de gobernabilidad y que “el poder del capital les permite dirigir la opinión pública de modo indirecto, valiéndose de las cajas de los partidos políticos y de los periódicos, del cine, de la radio y de otros muchos medios de influir en las masas, con lo cual adquieren un enorme poder político” (Heller, 1934:154).
Basta recordar como ejemplo la seudoepidemia por Influencia AH1N1, en la cual el 24 de abril del 2009, con un discurso prefabricado salió el Presidente Calderón e impuso su autoridad haciendo un decreto de una alerta sanitaria, sin consulta de la ciudadanía y de los especialistas en el tema. Esta emergencia sanitaria, exhibió fallas en toda la estructura política de México y se evidenció la manipulación por parte de nuestros gobernantes y políticos.
Es verdad que el poder reside en las instituciones de los gobiernos, sin embargo debemos reconocer que también reside en la ciudadanía como institución dispersa y que tiene la posibilidad de activarse como un contrapeso de quienes gobiernan; siempre y cuando se fortalezcan los mecanismos para incentivar la rendición de cuentas de funcionarios públicos y legisladores.
Una de las cuestiones que debemos reflexionar como ciudadanos es que, cuando los servidores públicos juran representar los intereses de la sociedad y además hacen un juramento o realizan la toma de protesta en un acto público; en este acto palabras más palabras menos repiten lo siguiente: “si no fuere así que la sociedad me lo demande”. Este enunciado es tomado como condición para ejercer su función pública, por lo tanto existe el derecho de pedir la revocación del mandato o puesto de este servidor público si no cumple con su responsabilidad y función asignada.
En la actualidad observamos un tipo de ciudadano mexicano, que denuncia sus inconformidades y en menor intensidad se manifiesta, pero para nada exige. Además de no reclamar sus derechos, cada vez es más frecuente observar la violación de sus derechos a manos de las corporaciones policíacas, el ejército, las fuerzas de seguridad y algunos servidores públicos.
Sin embargo, no podemos generalizar, no toda la sociedad es víctima de estos abusos, “el sector social de escasos recursos, por las circunstancias que le rodean, se convierte en blanco fácil de violaciones de los derechos humanos” (Verde, 1993: 73). Tal es el caso de los indígenas, obreros, campesinos, mujeres, niños, ancianos, presos, periodistas y militantes de los grupos de oposición principalmente.
Resulta necesario, hacer una reflexión entorno a las causas del ¿porqué somos tan pasivos, dóciles y fieles al sistema que tanto criticamos? Tenemos interiorizada la idea de obediencia ante la autoridad, cuántas veces no hemos escuchado “las ordenes vienen de arriba”. Esto, traducido al lenguaje institucional, implica que no se pueden desobedecer, cuestionar y, mucho menos, cambiar. Si vienen de “arriba”, hay que acatarla, se esté o no de acuerdo, se entienda o no” (Ynclan, 2005: 85).

III.       Para enfrentar al enemigo, hay que conocerlo
A nivel psicológico existen muchas respuestas para esta actitud de sumisión, “el individuo experimentaba el sentimiento de pertenecer a un sistema social y cultural estable en el que poseía un lugar bien definido. Su sumisión y lealtad a las autoridades existentes constituyan una solución satisfactoria para sus impulsos masoquistas… Lo que le faltaba en seguridad y agresividad como individuo, lo hallaba compensado por la fuerza de las autoridades a las que se sometía” (Fromm, 1947: 207).
La noción de hegemonía es imprescindible para comprender el tejido de dominación económica y política en nuestro país, entendiéndola como: “cierto orden en el cual es dominante un modo determinado de pensar y vivir. Al interior de ese orden predomina una visión del universo y la realidad que se difunde a la sociedad en todas sus dimensiones —políticas, sociales y culturales— impregnando con su esencia los gustos, los hábitos, principios políticos y éticos, y toda una gama de relaciones sociales, especialmente respecto a sus implicaciones intelectuales” (Gramsci, 1976: 39). Es aquí donde entra al escenario la escuela como un reproductor de la ideología hegemónica y un medio de control social, a fin de cuentas ese es el principal propósito de la hegemonía “lograr el consenso social y la legitimidad política de un régimen dado… la educación tiene una función importante para formar la conciencia de los ciudadanos, convencerlos del valor de pertenecer a una nación determinada, con valores históricos y rasgos sociales comunes” (Ornelas, 1995: 41).
Erich Fromm (1947:207) postula que: “La educación conduce con demasiada frecuencia a la eliminación de la espontaneidad y a la sustitución de los actos psíquicos originales por emociones, pensamientos y deseos impuestos desde afuera. […] Los métodos son distintivos: varían desde las amenazas y los castigos, que aterrorizan al niño, hasta los métodos más sutiles, que lo confunden  e inducen a hacer abandono de su hostilidad. El niño empieza así a eliminar la expresión de sus sentimientos, y con el tiempo llega a eliminarlos del todo”.  Si bien, este tipo de relación anula prácticamente la identidad de los seres humanos, habría que analizar el impacto que tiene esta forma de relaciones en nuestras escuelas, porque llegamos a la conclusión que los docentes, tienen gran responsabilidad en la generación de esta pasividad cuidadana que inmoviliza y que representa un obstáculo importante para romper esquemas y asumir otras posibilidades ante las realidades de injusticia y desigualdad social.
Ahora,  “la tensión política entre democracia y autoritarismo cobra vigencia en todo el sistema educativo, pero se manifiesta más patentemente en el aula… se supone que el autoritarismo inherente al sistema educativo acostumbra a millones de niños y jóvenes a recibir órdenes, a ser puntuales, disciplinados y aceptar la jerarquía social imperante… el autoritarismo del SEM es ineficaz y que más que contribuir a formar personas disciplinadas y competentes, reproduce rasgos de irresponsabilidad y apatía” (Ornelas,1995: 24).
En este sistema donde todo se compra y todo se vende, tenemos claro que la educación no tiene un precio de mercado, sin embargo, a pesar de tener claro que la educación debe ser integral, en “la educación mexicana se encamina principalmente a reproducir habilidades y destrezas para el desarrollo económico” (Ornelas,1995: 49). Además, se generan intolerablemente situaciones de extrema desigualdad, pobreza, marginación y violencia solo por mencionar algunas, actualmente cada vez son más voces que reclaman alternativas, cabe mencionar que los movimientos revolucionarios han surgido de situaciones de injusticia y miseria.
Ya es una tradición que las políticas educativas en México, surjan por imposiciones políticas y no por las necesidades reales de la población “ocurre cada sexenio en nuestro país y lo apoyan oprimiéndolo, con proyectos que terminan al final de cada periodo de gobierno, para ser sustituido por un lema o consigna (reforma, revolución, modernización) que al instrumentarse demuestra que una propuesta siempre será débil cuando no tienen el consenso de los que deberían ser aliados en la trinchera del salón de clase. El verticalismo y el centralismo son deformaciones con las que los maestros han aprendido a vivir” (Ramírez, 2000: 10). Bajo este sistema, nadie se escapa. “El profesor también es tocado por el autoritarismo institucional; mientras él lo ejerce con los adolescentes, lo sufre con las autoridades” (Ynclan, 2005: 84), así nos encontramos atrapados en un círculo vicioso del que somos juez y parte. Lo más triste es que dejamos de ser auténticos y formamos vínculos falsos, tanto docentes como alumnos simulan situaciones y se instalan en papeles protagónicos que muchas veces carecen de autenticidad. “Una serie de rituales de simulación y prácticas rutinarias signadas por el autoritarismo… tanto alumnos como alumnas simulan poner atención a determinada clase, al permanecer quietos y callados” (Ynclan, 2005: 77).
Una corriente teórica que propone la transformación del trabajo dentro de las escuelas, es la pedagogía institucional, la cual se funda sobre la idea de la superioridad del aprendizaje sobre la enseñanza. El reto es provocar en los alumnos un aprendizaje autoiniciado lo que sin lugar a dudas daría paso a aprendizajes significativos. “El profesor dispone de muchos medios para poner su saber a disposición del grupo que lo solicita. En el régimen no directivo, donde la confección de los programas y la elección de los temas dependen en gran parte de la decisión de los alumnos, el profesor se verá obligado a multiplicar este tipo de intervención” (Hameline,1995: 56)
Cabe resaltar que la relación autoritaria “educador-educando” donde el docente se conforma como un experto, transmisor de conocimientos; se contrapone a la pedagogía autogestiva[3], que bajo la orientación libertaria, desarrollada por Freinet (1969) “el educador se transforma en <<consultante>> del grupo en formación. Ya no se trata de obedecer y seguir los lineamientos rígidos de la enseñanza prefabricada, se trata de que en colectivo se piense y el conocimiento sea vivencial”.
 Esto a  pesar de “la imposición de los planes y programas una practica que deja de manifiesto el desprecio a las capacidades del profesor y la concepción  que tiene de este como simple ejecutor” (Ynclan, 2005: 86) Ante esta situación, nos queda la imaginación, el coraje, la audacia y el pensamiento utópico, para encontrar caminos alternativos de acción, como señala el Mtro. Tonatiuh Ramírez, “tomemos las escuelas en nuestras manos” y reconozcamos nuestra valía y poder de transformación social.

IV.       Labrando esperanza con la educación ambiental
Una de las posibilidades de la  educación ambiental es que ofrece un proyecto alternativo que no se limita a un sistema escolarizado o institucional, el abanico de posibilidades se abre para atender a toda la población; en espacios de trabajo con adultos, gestores, comunidades indígenas, agrupaciones sociales, partidos políticos, grupos juveniles, medios de comunicación, etc.
México es un país biodiverso y multicultural, por ello surge la necesidad de  buscar respuestas propias y específicas para las condiciones singulares de cada región. La nueva ética, debe sustentarse en nuevos paradigmas educativos y sociales que otorguen el reconocimiento de la heterogeneidad de los seres humanos, ”la lucha por la democracia consiste, principalmente, en la disposición a dar cabida, cada vez más, a nuevos agrupamientos e intereses en el régimen, así como en la de lograr que cada uno de ellos tenga la mayor representatividad política, y en la voluntad de establecer alianzas y relaciones que propicien la amplitud creciente de los espacios de participación” (Villa,1988: 32).
Así, los valores adquiridos confluirán hacia nuevos estilos de vida personal y social, “será el cuerpo docente el encargado de instrumentar las modificaciones, orientaciones y énfasis educativos necesarios para desarrollar acciones pedagógicas vinculadas con lo ambiental, que permitan generar en los estudiantes una nueva visión y consciencia del mundo y de ellos mismos en convivencia con la naturaleza y con quienes habitan en ella” (Arias, 2009: 105) donde se manifiesten en un mundo sin injusticias y sin desigualdades, en un mundo democrático que no quiera agotar ni destruir sus recursos naturales. Mismos ideales son los cimientos de  la construcción de la sustentabilidad, que identifica la necesidad de “desconstruir las estructuras teóricas e institucionales, las racionalidades e ideologías que propician los actuales procesos de producción, los poderes monopólicos y el sistema totalitario del mercado global, para abrir causes hacia una sociedad basada en la productividad ecológica, la diversidad cultural, la democracia, la diferencia” (Leff, 2008, 73).
Por ello, la base para la educación ambiental, se erige en los valores de la convivencia y de las prácticas democráticas; el diálogo es fundamental para abordar los problemas comunes de nuestro tiempo. La problemática ambiental, requiere la elaboración de juicios críticos y la participación colectiva.
 Un ejemplo de una nueva estrategia pedagógica para abordar la educación ambiental, es la comunidad de aprendizaje, “esta se basa en la puesta en marcha de un proceso de construcción colectiva de conocimientos y de competencias, desarrollando capacidades de reflexión crítica, compartiendo saberes (cotidianos, científicos, tradicionales y otros), buscando su complementariedad, compartiendo experiencias y recursos, trabajando en torno a intereses comunes” (Orellana, 2001: 48).
Los recorridos de la educación ambiental convergen en el desarrollo humano, con una visión humanista que pueda ser asumida por la persona en vista a su autorrealización y la de su comunidad. Esta educación busca, entre otras cosas “prepararse para la construcción de una nueva racionalidad; no para una cultura de desesperanza y alineación, sino al contrario, para un proceso de emancipación que permita nuevas formas de reapropiación del mundo” (Leff, 2000: 48).
Ahora bien, siendo realistas, la educación ambiental abre terreno sembrando autoconciencia y dando la posibilidad de colaborar conscientemente para construir un nuevo cuerpo social, sin embargo todavía encontramos que se vive con una gran dosis de inconsciencia, aunada a una deshumanizante era de consumismo feroz, donde el hedonismo, narcisismo, individualismo y desinterés político, caracterizan este momento histórico.
En la construcción del nuevo paradigma, los educadores ambientales tenemos que fortalecer la socialización y democratización de los procesos de enseñanza-aprendizaje, además de asumir el reto para promover “la legitimación de nuevos valores, de nuevos derechos y de nuevos criterios para la toma de decisiones colectivas y democráticas; de nuevas políticas públicas y arreglos institucionales; de un nuevo contrato social con la naturaleza” (Leff, 2008: 29). Ahora, la sustentabilidad nos brinda la posibilidad de un futuro posible donde el “nuevo paradigma ambiental, plantea que los seres humanos nos consideremos como parte del mundo natural, sujeto a reglas que lo rigen y mantienen su equilibrio […], la actitud ambiental incluye un componente de compromiso […], que ejerce una influencia positiva sobre la persona para que ponga en práctica comportamientos proambientales” (Losada, 2007: 51).
En este aspecto de la formación de la persona, los educadores debemos predicar con el ejemplo, cuidando de no caer en reproducciones del modelo autoritario educativo. La práctica educativa debe reforzar la libertad de expresión, promover el pluralismo para formar ciudadanos razonables, prudentes, solidarios, tolerantes y a la vez demandantes de sus derechos. No se puede prescindir, de la teoría, de los conceptos y de la reflexión intelectual. Pero no se puede quedar solo ahí, necesitamos  promover valores y comprometer a los discentes, a la toma de decisiones con un sentido humano, todos estos ideales impregnados en la educación ambiental.

Referentes Informativos

Arias, Miguel  y López, Aída (2009) “Educación ambiental e interculturalidad: una vinculación necesaria” en Educación ambiental en la formación docente en México: resistencia y esperanza. UPN, México.
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Duguit, León (2008) “El pragmatismo jurídico”. Ediciones Coyoacan, México
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Foucault, Michel. (1989). "Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión". 16a. edición. Siglo XXI editores. México.
Freinet, Celestin. (1969). "Técnicas Freinet de la escuela moderna". Siglo XXI editores. México.
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Gramsci, Antonio. (1976) “La alternativa pedagógica”, Novarerra ed. Barcelona, España.
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Leff, Enrique (2008) “Discursos Sustentables”, Ed. Siglo XXI, México.
Losada, María (2007) “Aproximaciones psicosociales a la Educación Ambiental” Servizo de Publicaciones, Universidad de Coruña. Coruña.
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Ornelas, Carlos (1995) El sistema educativo Mexicano, CIDE, FCE editores. México.
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Villa, Manuel (1988) “¿A quien le interesa la democracia en México? Coordinación de Humanidades U.N.A.M. /Porrúa, México.
Weber, Max (2005) “¿Qué es la burocracia?.  Ediciones Coyoacan, México.
Ynclán, Gabriela y Zuñiga, Elvia. (2005). En busca de dragones. Imagen, imaginario y contexto del docente de secundaria. Centro de Investigación para el Éxito y la Calidad Educativa S.C. Castellanos editores. México.



[1] El paradigma efectúa la selección y la determinación de la conceptualización y de las operaciones lógicas. Designa las categorías fundamentales de la inteligibilidad y efectúa el control de su empleo. Los individuos conocen, piensan y actúan según los paradigmas inscriptos culturalmente en ellos (Morin, 1999).
[2] El discurso es una práctica enunciativa que transmite información y efecto de significado en función de sus condiciones institucionales, ideológico.culturales e histórico-coyunturales, las que determinan lo que puede y debe ser dicho, así también como el cómo” en Regine Robin, Histoire et lingüistique, Armand Colin, Paris, 1973, p.34.

[3] En la pedagogía tradicional, el educador transmite un mensaje al grupo de los educandos, controla la adquisición y la memorización de conocimientos. En la autogestión pedagógica, el educador se transforma en consultante que se encuentra a disposición del grupo (para los problemas de método, de organización, o de contenido). En Lapassade, George. “Tres concepciones de la autogestión. En Antología: Corrientes Pedagógicas Contemporáneas. Licenciatura en Educación Plan 94. UPN, 1995, México.