1 de enero de 2011

El marco y los motivos del II Coloquio Nacional de Educación Ambiental

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán*

Trópico, para qué me diste
las manos llenas de color.
Todo lo que yo toque
se llenará de sol.
En las tardes sutiles de otras tierras
pasaré con mis ruidos de vidrio tornasol.
Déjame un solo instante
dejar de ser grito y color.
Déjame un solo instante
cambiar de clima el corazón,
beber la penumbra de una cosa desierta,
inclinarme en silencio sobre un remoto balcón,
ahondarme en el manto de pliegues finos,
dispersarme en la orilla de una suave devoción,
acariciar dulcemente las cabelleras lacias
y escribir con un lápiz muy fino mi meditación.
¡Oh, dejar de ser un solo instante
el Ayudante de Campo del sol!
¡Trópico, para qué me diste
las manos llenas de color!
Carlos Pellicer, Deseos.

Profra.- Rosa Beatriz Luque Greene
Secretaria de Educación en el Estado de Tabasco

Lic. Héctor Raúl Cabrera Pascacio
Presidente Municipal de Teapa, Tabasco

Dra. Ana Luisa Bustos Ramón
Vicepresidenta del Comité Organizador

Mtra. Juana Josefa Ruiz Cruz.- Directora de la unidad 095 de la Universidad Pedagógica Nacional D. F. Azcapotzalco-vocal

Ing. Pedro Perez Luciano
Rector de la Universidad Intercultural del Estado de Tabasco-vocal

Ing. José Guadalupe Sanlucar Salazar
Director de la Universidad Pedagógica Nacional unidad 271, Villahermosa, Tabasco-vocal

Dr. Wilfrido Miguel Contreras Sánchez
Director de la división académica de Ciencias Biológicas de la UJAT-vocal

Mtra. Elba Castro González
Coordinadora de la Maestría en Educación Ambiental de la Universidad de Guadalajara

Estimados egresados, estudiantes, académicos de Programas Académicos de Educación Ambiental, amigos, amigas, todos:

Me ha pedido la Directora del Centro de Investigación e Innovación para la Enseñanza y el Aprendizaje, sede de este II Coloquio Nacional de Educación Ambiental,  que realice la exposición de motivos del mismo, lo que hare con muchísimo gusto. Pero antes me gustaría contar dos anécdotas; una personal reciente y otra casi legendaria.
 Va la primera recientemente, en este mismo mes, estuve por cuarta vez este año en la paradójica ciudad fronteriza de Reynosa, que se debate casi como condena entre dos emociones contrarias: la hospitalidad y el miedo. Ahí, de forma casi milagrosa fui participe de una conferencia  de oratoria impartida por un maestro jubilado de nombre Treviño. Lo digo con tristeza: fue la primera  sobre este tópico que he tenido en mi vida y estoy cumpliendo treinta años de docente y veinte de formador y educador ambiental es decir vivir con el sudor de mi lengua. Aprendí del profesor en  las bases del método ARDA.  Ya soy un poco grande para iniciarme en esto del buen decir, pero practiquemos de cualquier forma, porque si quiero agradecer, reconocer, desarrollar y actuar.
Agradezco infinitamente a las Instituciones convocantes, representadas en este presídium, de este II Coloquio Nacional de estudiantes y egresados de Programas Académicos de Educación Ambiental por todo el interés en la gestación, producción y desarrollo del mismo, sin ellos esto no hubiera ocurrido, sé de las muchas batallas que se libran para poder seguir creyendo en la educación como posibilidad, en este país de las indecisiones. También va la gratitud al personal docente, administrativo, de investigación de los Centros de Investigación e Instituciones de Educación Superior que apoyaron este encuentro infinitas gracias.
Al mismo tiempo, reconozco la persistencia, tenaz de los Conferencistas, ponentes, asistentes e invitados especiales  que hace presencia en este lugar mágico desde los más diversos ecosistemas del país, sabemos todo el esfuerzo, lucha, trabajo que tuvieron que realizar, son más de diez los Estados de la República aquí hermanados. Especulo en una sola cosa: creo que todos los que estamos ahora en este espacio y tiempo coincidiendo nos volvimos seguidores del nivel de las presas, el clima y el grado de escurrimiento del agua, desde las montañas en ríos y otro cuerpos del liquido vital durante los últimos dos meses. Yo mismo dudaba ante las imágenes de una televisión, que antepone el rating a la verdad.
Pero teníamos que estar, entonces recuerdo que el carácter, queridos educadores ambientales, dice Manolo Lapuente, es cómo los hombres y las mujeres enfrentan la adversidad.   Por eso de los extraños métodos.  De cómo se hace posible la educación ambiental contra toda posibilidad se presentarán más de 70 experiencias en las mesas de trabajo, hoy por la tarde.

Esto me abre las puertas para ir entrando al Desarrollo, que empiezo con la segunda  anécdota. En los años ochenta, el entonces Presidente y fundador del Colegio de la Frontera Norte, Dr. Jorge Bustamante daba las razones de un Congreso Internacional de Migración ante altas autoridades gubernamentales federales e investigadores participantes, en eso levantó la mirada y a lo lejos de la carretera Ensenada –Tijuana se alcanzaba a ver como los héroes más anónimos de este país, es decir, los migrantes desafiaban en multitud a la patrulla fronteriza norteamericana. Bustamante se interrumpió le pidió al  público voltear y no agregó más.
Hace poco más de una década estás tierras vivas y liquidas, plataneras, hábitat de cocodrilos y garzas, ganadería, de peces raros y pozos petroleros; se inundaron. Hace tres años, también, se llenaron estas tierras de agua.
En mayo compre un libro editado aquí mismo que quería ser una memoria y una conjura para que no volviera a ocurrir. Sin embargo, el agua volvió; no solo aquí, sino en Veracruz, Oaxaca, Tamaulipas, Nuevo León, Estado de México, Distrito Federal.
Entonces pensé en algo obsesivamente la forma en que satisfacemos nuestras necesidades, el modo en que producimos, la manera en que consumimos tiene una vinculación estrecha con este exceso de líquido que ahora nos desborda.  Y de cómo comunicamos, transferimos, construimos, proponemos, trabajamos en ámbitos educativos el cambio climático local y mundial desde las políticas públicas federales y estatales hasta el trabajo de las organizaciones no gubernamentales o el salón de clase, es el principal motivo de este II Coloquio Nacional, al que les estamos dando la bienvenida. La Conferencia Internacional de las Partes, Cop16, que el mes que entra se celebrara en México debe estar nutrida de propuesta, y ahí también la educación ambiental debe tomar la palabra. Hay que frenar desde lo educativo la producción y uso de gases de efecto invernadero de todas las formas a nuestro alcance, o las consecuencias no van a seguir  inundando.
La Convocatoria del Coloquio, que quien sabe como lo encontraron, dado que corrió más por ideas, gestión y ataques virales, que por presupuesto asignado de las Instituciones convocantes, señalaba otro gran objetivo

Generar un espacio libre, flexible, abierto, participativo y democrático de encuentro de estudiantes y egresados de programas académicos en educación ambiental.

Al que nos falto añadir que se vaya convirtiendo una tradición y una fiesta. De ahí el último punto la Acción, una celebración que rompa con el protocolo y que encuentren  los educadores ambientales, como locos cantando la misma canción en diferente ámbito. Hace tres años la UPN 095 fue sede, permítanos compartirles estas imágenes. En la banda sonora la música de Peter Gabriel, en el coro una voz femenina repite, este no te rindas muchas veces, quiero pensar, que dedicado al planeta y los educadores ambientales:

No te rindas
Todavía nos tienes
No te rindas
Nosotros no necesitamos mucho
No te rindas
Porque en algún sitio hay un lugar
Al que pertenecemos.
  
Vamos por más. Hoy le toca el reto a este Centro de Investigación heredero natural de una muy larga y reconocida trayectoria en Educación Ambiental, en el sureste de la República mexicana. Ahí están las campañas, los libros, las novelas, las guías, los cuentos para preescolar, los Diplomados y la gestión ambiental para demostrarlo.

Por último lo digo como un lamento chilango que ser educador ambiental no es pertenecer a un campo o ser un iniciado en un sector, o perteneciente a una elite de masa cerebral que produce investigaciones, en el que hay miembros vip, eventos clase premier o otros de  aliens de segunda.

Ser educador ambiental en México hoy  es más bien, una fatalidad, acaso una misión que da identidad; una pertenencia, en el momento actual que se tiene que enfrentar con cuatro cosas, según nuestro humilde punto de vista: formación, alegría, crítica y entereza. No se engañe a nadie: necesitamos muchas acciones para el futuro inmediato, pero con fundamento, discusión, resistencia, acuerdos y esperanza, como dijera Meixueiro, que nos ayuden a seguir defendiendo el pan y la alegría como reza Sabina, para cada vez más. Y ustedes ya están en ese camino en forma irreversible e irremediable;

 De Educar para Transformar.

 Muchas gracias.

*Palabras de bienvenida leídas en la Inauguración del II Coloquio Nacional de estudiantes y egresados de Programas Académicos de Educación Ambiental, el 22 de octubre del 2010 

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